Con una
muestra culinaria y cultural azteca, la chef mexicana María Elisa Mendoza estuvo
en el Centro de Biotecnología Agropecuaria del SENA, con sede en Mosquera,
donde realizó un taller dirigido a los aprendices de la Escuela de Gastronomía.
En la
actividad, los asistentes compartieron con la reconocida gastrónoma, quien
demostró porqué México es uno de los grandes referentes culinarios.
“El SENA, por excelencia, ha sido la mejor escuela
para cocineros. Tengo muchos años de conocerlo; varios de mis trabajadores han
estudiado en el SENA. Me gusta la forma como
enseña a los muchachos, como les cultiva la pasión de la cocina”, aseguró.
La jornada
fue aprovechada para recordar a los aprendices la importancia de enfocar la
cocina hacia el rescate de las costumbres que se están perdiendo.
“Con estos espacios, se logra que ellos se
proyecten y crezcan, siempre manteniendo las tradiciones locales. A estos
jóvenes les digo que sigan aprovechando las oportunidades que les brinda el
SENA; tienen que seguir trabajando para
hacer las cosas bien. No dejen de estudiar, para que puedan generar grandes
empresas gastronómicas”, agregó María Elisa.
Con estas
actividades, la entidad busca que los aprendices abran su mente y conozcan otras
culturas, otras cocinas. Es la mirada cosmopolita que imprime a los procesos de
formación.
“Estamos posicionando la Escuela de
Gastronomía como la mejor del departamento. Además, estamos sembrando en los aprendices
una visión internacional y la idea de construir su futuro laboral por medio de
la cocina”,
expresó el subdirector del Centro de Biotecnología Agropecuaria, Édgard Sierra
Cardozo.
“Estas experiencias son muy valiosas para el
proceso de aprendizaje”, puntualizó el instructor Julio César González.
Quién es
María
Elisa Mendoza nació en Guadalajara, donde su familia tenía un restaurante. Allí
surgió su amor por la cocina y decidió convertirse en chef. Su formación gastronómica
la hizo en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica, Conalep.
Después
se trasladó a Michoacán, donde aprendió la verdadera cocina tradicional de esa
región. Desde hace varios años reside en Bogotá. Allí, por sugerencia de la Embajada
de México, abrió un restaurante que lleva por nombre Frida.