Tulio Fernando Martínez Uribe pertenece a la etnia Cubay de
la Amazonía colombiana. Se conoció con Ximena Hernández hace algunos años y
fruto de su amor nació Jacob. Llevan 10 años viviendo en Mosquera, lugar donde
decidieron colocar todo su empeño para trabajar temas culturales y contar
historia a través del arte.
Sirios veterinaria fue uno de los primeros emprendimientos
que desarrollaron, allí venden productos para mascotas incluidos los collares
artesanales para caninos y felinos, que son una mezcla de cultura ancestral,
indígena y occidental. “Cada pictograma que se plasma tiene una historia de
nuestros indígenas”, mencionó Fernando durante la entrevista que le
hicimos.
El SENA también ha hecho parte de la vida de Fernando y Ximena, quienes están fortaleciendo sus conocimientos en marroquinería a través de cursos virtuales y semipresenciales. En la Entidad han aprendido a crear empresa, a formular los planes de negocio, estructurar la empresa y abrir nuevos mercados. Esto les ha permitido presentarse a diferentes convocatorias del Ministerio de Cultura, entre ellas a “Corazonarte”, donde le entregaron a Fernando un incentivo de reconocimiento por participar en la reactivación cultural y creativa. También, hicieron parte del Calendario Saber Sabo Aromas y Cantos.
Con la creación de Kurami Fernando y Ximena tuvieron nuevos
retos, unir la cultura cundinamarquesa al trabajo que ya venían adelantando.
Esto lo hicieron a través de la implementación del arte rupestre en sus
creaciones de marroquinería. Digitalizaron los pictogramas y luego los pasaron
por los telares para poder tejerlos en mostacilla y ensamblarlos en los
diferentes productos.
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